El ICE Franco Boliviano es una Cooperativa de adhesión voluntaria, abierta a todas las personas dispuestas a aceptar las responsabilidades y beneficios de ser socio, sin discriminación social, política, religiosa, racial o de sexo.
El ICE Franco Boliviano se gestiona democráticamente por los socios que participan activamente en la definición de sus políticas y en la toma de decisiones. Los hombres y mujeres electos para representar y gestionar el Colegio son responsables ante los socios quienes tienen igualdad de derechos (un socio, un voto).
Los socios contribuyen equitativamente al capital social de la Cooperativa y lo gestionan de forma democrática. Este capital social es propiedad común de la Cooperativa. Los excedentes de percepción se destinan a la creación de fondos de reservas, mejoras y ampliaciones de la calidad de sus servicios y apoyo a otras actividades aprobadas por los socios.
El ICE Franco Boliviano es una organización autónoma de ayuda mutua, gestionada por sus socios. Los acuerdos con otras organizaciones, incluidos los gobiernos o captaciones de capital de fuentes externas, se suscriben en términos que aseguren el control democrático por parte de los socios, preservando siempre la autonomía de la Cooperativa.
La Cooperativa proporciona educación y formación a los socios (estudiantes), a los representantes elegidos, a los directivos y a los empleados para que puedan contribuir de forma eficaz al desarrollo del Colegio. Informa con transparencia a los socios, al gran público, especialmente a los jóvenes y a los líderes de opinión, de la naturaleza y beneficios de la cooperación.
La Cooperativa sirve a sus socios (estudiantes) lo más eficazmente posible y fortalecen el movimiento cooperativo trabajando conjuntamente mediante estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales.
El ICE Franco Boliviano trabaja con el objetivo de aportar al desarrollo sostenible de su comunidad mediante políticas aprobadas por sus socios.
Unido al Sistema de principios descritos anteriormente, propios del cooperativismo y que hacen de nuestra institución un organismo dinámico, existen toda una serie de principios que norman la actividad docente educativa, entre los que podemos mencionar, por sólo citar algunos, los siguientes:
Principio del diagnóstico de las potencialidades y nivel de partida de los contenidos del que aprende, para enfrentar los nuevos aprendizajes.
Principio de la motivación hacia el objeto de estudio, a través del desarrollo de la necesidad de aprendizaje que propicia la apropiación de los conocimientos necesarios para buscar solución a los problemas de carácter teórico-práctico a partir de la puesta en práctica de tareas investigativas.
Principio de la sistematización y consolidación de los aprendizajes adquiridos.
Principio de la activación del que aprende para la búsqueda, exploración y reflexión del contenido necesario para su desarrollo personal y social.
Principio de la vinculación de de la teoría con la práctica.
Principio de la atención a las diferencias individuales de los que aprenden.
Principio de la interacción del trabajo individual del que aprende con el resultado del trabajo grupal multidisciplinario en la solución de los problemas.
Principio del desarrollo de la capacidad del autoaprendizaje en los que aprenden: aprender a aprender.